En ocasiones algunos medicamentos que normalmente tienen restricciones de edad, pueden darse a una dosis equivalente y con algunos cuidados a los niños menores, si previamente el médico ha realizado una evaluación juiciosa del paciente y su cuadro clínico. Lo más recomendable ante su duda y para que el niño no quede sin tratamiento, es que acuda al médico tratante y le solicite explicación.