La urticaria es una enfermedad de la piel que no se cura pero si se controla, en caso de haberse encontrado un o varios desencadenantes lo principal es evitarlos.
Si por el contrario, es es una urticaria sin desencadenantes debe ser tratada con antihistamínicos (como los que le fueron recetados), con este tipo de medicamentos se deben realizar cambios cada 3 meses, debido a que presenta disminución de la efectividad que se controla al cambiar de medicamento.