El cuerpo humano tiene grupos de ganglios linfáticos distribuidos por todo el cuerpo, estos tienen una función inmunitaria (de defensa).
Es común que al presentar una infección (ejemplo otitis, amigdalitis, etc) los ganglios que se encuentran cerca presenten aumento del tamaño pudiéndose palpar con dolor, estos ganglios deben volver al tamaño normal (a no palparse) unos días después de resuelta la infección.