Cuando un embarazo empieza el flujo vaginal suele ser blanquecino, de poco olor y aspecto lechoso, el volumen es variable pero suele aumentar por efecto hormonal. Si tienes 45 días de retraso, hasta no demostrar lo contrario con un test de embarazo, se puede pensar que lo estas y lo que toca hacer entonces es una ecografía transvaginal o una prueba de embarazo en sangre, o ambas.