El rechazo de una prótesis de silicona puede presentar signos de inflamación e infección como calor local, hinchazón, enrojecimiento, dolor local, salida de material que puede ir de color amarillo a francamente purulento y fiebre.
Si la prótesis no se retira oportunamente y se hace un lavado exhaustivo de las glándulas mamarias, se puede diseminar la infección en todo el organismo, causando una condición llamada sepsis, que puede poner en peligro la vida.
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