Lo que ocurre con el antireflejo es que empieza a "gretearse" con el tiempo y por el mal cuidado al limpiar las gafas con pañuelos de papel o telas no recomendadas. Realmente el lavado con agua no tendría por qué dañarlo. Asimismo, son lentes que se rayan con facilidad, por lo que hay que siempre mantenerlas en el estuche mientras no se estén utilizando y claramente evitando colocarlas de manera que la superficie del lente roce con los objetos.