No es inusual encontrar dicha descripción y en algunos casos puede curarse o requerir manejo a largo plazo.
La gastritis se refiere a una inflamación de la capa interna del estómago que al observarla mediante el endoscopio se ve rojiza (eritematosa). Es un hallazgo endoscópico y que requiere una interpretación complementaria con hallazgos en biopsia y el cuadro clínico del paciente.
Es relativamente común, debido a que la inflamación, independientemente del origen, se manifiesta con eritema, y a nivel de la endoscopia es lo que observa el evaluador y describe (aspecto rojizo). Por sí solo el eritema no es indicativo de una condición particular y no constituye así un diagnóstico aparte.
Hay una diferencia teniendo en cuenta hallazgos inflamatorios en la biopsia, cuando estos están presentes podemos hablar de una verdadera gastritis, cuando no, se refiere a una gastropatía. En ambos casos, el control de factores alimenticios y la acidez gástrica es importante; en el caso de la gastropatía suele existir mayor relación con el consumo crónico de algunos medicamentos o de alcohol.
No es motivo de mayor preocupación, continúe en control médico y siga las recomendaciones respecto a hábitos de vida y manejo farmacológico. Con un tratamiento apropiado de 3 meses al menos puede apreciar una notoria mejoría de los síntomas.