Las heces flotantes suelen relacionarse con mayor contenido graso, pero la coloración amarilla puede relacionarse con el tipo de alimentación, no necesariamente la grasa.
No es necesario mejorar la absorción de grasa si no existe un defecto o problema identificado en ello. En este casos, las heces con mayor grasa pueden relacionarse a comidas muy grasosas o incluso a parásitos intestinales. De forma aislada no indican anormalidad ni peligro.
Algunas medidas que podrían reducirlo incluyen: consumo de enzimas pancreáticas, una alimentación balanceada, realizar actividad física regular y evaluar si puede tratarse de un efecto de algunos medicamentos consumidos.