Las contracturas musculares en el cuello y espalda pueden ser secundarias malas posturas, estrés, realización de fuerzas sin protección de la postura o de peso excesivo.
Lo ideal es vigilar que la postura corporal en todo momento sea ergonómica, realizar estiramiento de los músculos varias veces al día, evitar levantar objetos demasiado pesados. En algunos casos se puede realizar ciclos cortos de analgésicos y relajantes musculares.