El síndrome alcohólico fetal es una enfermedad irreversible que padecen los niños secundarios a la exposición al alcohol durante el embarazo de la madre, produciendo daño cerebral y problemas de crecimiento, discapacidades intelectuales o cognitivas y problemas para desempeñarse y afrontar la vida diaria, también puede producir defectos físicos como por ejemplo: ojos pequeños, el labio superior excepcionalmente delgado, nariz corta y hacia arriba, y superficie de la piel lisa entre la nariz y el labio superior, deformidades de las articulaciones, extremidades y dedos, dificultades de la visión o problemas de audición, perímetro de la cabeza y tamaño del cerebro pequeño.
Por lo anterior no es aconsejable en ninguna instancia que una mujer en embarazo consuma licor.
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