Sentir dolor en un postoperatorio es esperable y suele ser transitorio, para lo cuál se recomienda evitar aumentar la presión abdominal para evitar el estiramiento de los tejidos y permitir una adecuada cicatrización y reparación de los mismos. Dentro de las medidas que previenen el aumento del dolor puedes evitar realizar actividad física intensa, comprimir el abdomen con las manos o con una toalla al toser, estornudar o realizar deposición , evitar el estreñimiento tomando abundantes líquidos y frutas ( pitaya, ciruelas, granadilla, papaya) y alimentos ricos en fibra como la avena. También puedes controlar el dolor por medio de la ingesta de analgésicos de venta libre como el ibuprofeno, naproxeno o el acetaminofén. Además , es recomendable terminar el esquema antibiótico completo ya que este reduce significativamente el riesgo de infección postoperatoria.
En caso de que el dolor persista a pesar de estas medidas debes asistir con tu médico de cabecera, ya que dentro del grupo de analgésicos existen muchas posibilidades y debe evaluarse la formulación de cada uno de ellos de acuerdo a los antecedentes y tu historial clínico. Debes estar pendiente frente a signos de alarma como secreción purulenta por la herida, dolor excesivo o abultamiento de la herida, sangrado excesivo por la herida, fiebre o escalofríos.
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