Esto puede ser secundario a una infección viral o bacteriana, ya sea en el conjuntiva o en los párpados; o puede corresponder a una obstrucción del conducto lagrimal. Es necesario que sea valorada con un médico, para poder saber la posible causa y dar el tratamiento adecuado. Debes evitar la automedicación que puedan empeorar o enmascarar los síntomas.