Estas molestias pueden asociarse a causas de los huesos y músculos del tórax, movimientos repetitivos o malas posturas, así como manifestaciones de temor o ansiedad. No es altamente sugestivo de una enfermedad del corazón en una persona joven sin antecedentes médicos de importancia, además de tratarse de un dolor persistente por varios días.
En estos casos, mantener reposo, aplicar compresas tibias y frías de forma alternada en la zona del dolor, emplear analgésicos simples y realizar suaves estiramientos, podrá contribuir a calmar el dolor.
No debe preocuparse. Es probable que los síntomas resuelvan por sí solos en algunos días.
Deberá acudir a urgencias en caso de: dolor intenso o que empeora, ahogo, dificultad para respirar, fiebre, desmayo o ansiedad insoportable.