No es verdad. El cáncer, en la gran mayoría de casos, es una enfermedad mortal cuando no se trata.
Entiendo que surjan estas dudas porque cuando nos enfrentamos a un diagnóstico oncológico es NORMAL sentir miedo e incertidumbre.
Aunque a veces pareciera que el tumor se queda dormido, en realidad el cáncer no descansa. Simplemente de acuerdo al tipo de tumor y al paciente (por ejemplo ancianos) va creciendo despacio y puede tardar años en producir síntomas cuando ya alcanza un tamaño considerable o se extiende a otros órganos, momento en el que disminuye la probabilidad de sobrevivir debido a que no se trató a tiempo cuando aún se podía.
El tipo de tratamiento (quimioterapia/cirugía/radioterapia/braquiterapia,etc.) depende de varios factores como: el tipo de tumor, su localización, su tamaño, si se ha extendido o no a otras partes del cuerpo, a la edad y las enfermedades asociadas que tenga el paciente, entre otros.
Es verdad que en la gran mayoría de pacientes se producen efectos secundarios como mareo, náuseas, vómito, dolor de cabeza, disminución del apetito y fatiga; sin embargo, estos efectos se pueden aliviar con otras medidas que deben acordarse en conjunto con el médico tratante para hacer que este proceso de tratamiento sea lo más amable y digno posible para el paciente.
Es importante aclarar todas las dudas que se tengan con respecto a los beneficios y riesgos del tratamiento para cáncer con el médico tratante, para poder tomar la mejor decisión.
Espero que esta información sea útil. Si tienes dudas adicionales no dudes en contactarnos.