La Ceftriaxona es un antibiótico perteneciente al grupo de las cefalosporinas de tercera generación, es un medicamento con AMPLIO espectro para múltiples microorganismos lo cual lo hace un antibiótico que se puede usar en muchas enfermedades (tracto gastrointestinal, óseo, piel, respiratorio, genital, urinario, nervioso, etc).
Su mecanismo de funcionamiento se basa en la acción bactericida.
Está indicado en infecciones por Neisseria gonorrhoeae, B. fragilis, Clostridium, Peptostreptococcus, N. meningitidis, Proteus mirabilis, Klebsiella pneumoniae, Enterobacter, Serratia, Pseudomonas, H. influenzae, S. aureus, S. pyogenes, H. parainfluenzae, Actinobacillus actinomicetemcomitans, Cardiobacterium hominis, Eikenella corrodens, Kingella kingae, S. viridans, S. bovis, entre otros.
Está contraindicado para quienes tienen hipersensibilidad a las cefalosporinas y usarse con precaución en sensibles a la penicilina, personas con enfermedad hepática y/o renal.
Su uso durante embarazo y lactancia debe hacerse sólo en casos donde se considere realmente necesario.
Respecto a sus efectos secundarios se describe que pueden presentarse en un bajo porcentaje, dentro de ellos están:
-Náuseas, vómito, diarrea, estomatitis, glositis, leucopenia, granulocitopenia, anemia hemolítica, trombocitopenia, exantemas, dermatitis alérgica, prurito, urticaria, edema, cefalea y mareo, palpitaciones, aumento de enzimas hepáticas; precipitación sintomática de sales de calcio, oliguria, aumento de la creatinina, micosis (hongos) de las vías genitales, fiebre; escalofrío y reacciones anafilácticas.
-Efectos raros: Colitis pseudomembranosa y trastornos de la coagulación.
En general es un muy buen antibiótico que sólo debe usarse BAJO PRESCRIPCIÓN y VIGILANCIA MÉDICA.
Como recomendación que se debe tener muy en cuenta; el tratamiento debe ser completo.
Recuerda tener presente la importancia del uso del preservativo para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Para disminuir el riesgo de infecciones vaginales también se debe evitar uso de protectores, jabones, duchas vaginales; usar ropa interior preferiblemente de algodón, evitando lycra, hilos, encajes; aseo genital diario con adecuadas técnicas.
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