Los tendones inflamados y dolorosos pueden resultar por movimientos bruscos inesperados que se hacen con las extremidades o movimientos repetitivos de la extremidad, de la mano o del pie. Para prevenirlos entonces hay que fortalecerlos con un programa de fisioterapia, de ejercicio moderado que incluya, por ejemplo, piscina, masaje sedativo, ultrasonido, hielo local, reposo de la extremidad. Un médico fisiatra le puede ayudar en establecer qué le ocurre y cuál es la forma de tratar y prevenir su dolencia.