La sensación caliente en la pierna, si no está acompañada de aumento en el diámetro de la misma, calor al tacto, o enrojecimiento, es probablemente una sensación pasajera que no debe ser motivo de preocupación. Sin embargo, es recomendable que pregunte a un tercero como un ser querido o persona cercana si siente al tacto cambios de calor en su pantorrilla, y además que mida el diámetro de ambas piernas. Si encuentra una diferencia, si hay calor, o si el dolor persiste o aumenta en intensidad, entonces es aconsejable ser valorada por un médico general para descartar una celulitis o una trombosis venosa. Es poco probable que sus síntomas tengan algo que ver con la caída.