El rechazo a la lactancia materna suele ocurrir por un mal agarre o mala postura que dificulte al niño una adecuada extracción, la huelga de lactancia (rechazo del bebé) puede ocurrir por uso de tetero, chupo o pacificadores o eventos emocionales (pobre disposición de la madre). En ocasiones condiciones como los pezones invertidos podrían dificultar la lactancia, principalmente al inicio. Otras causas de rechazo pueden incluir enfermedad o malestar en el niño, y en este caso es un signo de alarma para acudir a urgencias.
Por lo demás la lactancia materna hace parte de un proceso natural, para el cual el bebé "se encuentra programado", es decir, actúa de forma instintiva para llevarlo a cabo ya que este constituye su fuente de alimentos y fortalece los el vínculo afectivo con su cuidador.
Recuerde que la lactancia materna debe ser exclusiva los primeros 6 meses de vida según la recomendación de la organización mundial de la salud y ante rechazos debe insistirse en mantener la lactancia antes de reemplazarla.
Puede apoyarse de promotores y asesores de lactancia como parte de ayuda en el proceso.