Los hongos de la piel siempre se tratan en primer lugar con antifúngicos tópicos, es decir cremas que usted puede aplicar sobre la piel, y si esto no los mejora, se pasa a la segunda opción, que es dar los antifúngicos en pastillas, es decir por vía oral. Sólo un médico tratante que observe las lesiones puede determinar qué tipo de medicamento debe iniciar.