Se trata de un patrón de comportamiento que consiste en la excitación erótica y el logro del orgasmo a través de un objeto fetiche, como una prenda de vestir o una parte del cuerpo en particular.
El fetichismo sexual se considera una práctica inofensiva, salvo en el caso de que provoque malestar clínicamente significativo o problemas a la persona que lo padece o a terceros.