La fatiga es un síntoma muy inespecífico, esto quiere decir que puede aparecer en distintas condiciones, sin tratarse necesariamente de algo grave.
En ausencia de otros síntomas esto podría relacionarse con desacondicionamiento físico (una vida sedentaria), anemia, hipotiroidismo, deficiencias nutricionales, infecciones virales, agotamiento físico o mental, entre otras.
No es por sí solo o de forma aislada motivo de mayor alarma, pero si se torna algo recurrente, sí podría beneficiarse de control médico para complementar los estudios pertinentes.