No, el reflujo gastroesofágico no implica tener una ulcera gástrica.
El reflujo ocurre cuando el ácido gástrico regresa por el esófago que puede producir daño a este tejido. Esto puede ser debido a debilidad del esfínter esofágico inferior o a una relajación anormal que permite el paso del ácido hacia el esófago.
El tratamiento para el reflujo gastroesofágico va encaminado a prevenir los desencadenantes como: la obesidad, el tabaquismo y las comidas copiosas antes de acostarse.
Es de utilidad también disminuir el consumo de alcohol y dormir con la cabecera elevada a unos 30 grados. Esto último lo puedes lograr colocando unos ladrillos en las patas superiores de la cama.
Dentro del tratamiento farmacológico se usan los inhibidores de la bomba de protones y los antiácidos no absorbibles para el control de síntomas, los cuales son de venta libre.
Sin embargo, existen otras causas que requieren tratamiento específico como son: la hernia hiatal, la esclerosis sistémica y la enfermedad celiaca.
Por lo tanto, es necesario que consulte a su médico de cabecera para poder documentar el grado de reflujo que tiene y si este se asocia o no a esofagitis o lesión de las cuerdas vocales.
Consulte por urgencias si: dolor abdominal persistente, vomito con sangre o en cuncho de café, heces negras o con sangre, tos con sangre.
Si tienes alguna otra pregunta, no dudes en escribirnos.