Sus síntomas pueden deberse a una descarga de hormonas del estrés como el cortisol, esto aumenta el flujo sanguíneo a ciertas partes del cuerpo y puede además producir mareo. Si sus síntomas son persistentes es recomendable respirar profundo e hidratarse adecuadamente, y acudir a urgencias si los síntomas no mejoran o empeoran.