Las dietas libres de gluten y lactosa están indicadas en pacientes con enfermedad celiaca o intolerancia a la lactosa respectivamente. No hay consenso sobre su utilidad en paciente con síndrome de intestino irritable que no sufras de las patologías anteriormente citadas. Se recomienda la valoración por gastroenterología y/o nutrición para establecer el diagnóstico de intestino irritable y determinar el grupo de alimentos que producen síntomas en cada paciente, para establecer la dieta que más lo beneficie. Además se sugiere realizar ejercicio cardiovascular y/o ejercicios como el yoga.