La pirosis (ardor del ácido en el esófago) y la dispepsia son síntomas muy frecuentes en el embarazo, por el aumento de la presión intra-abdominal y relajación del esfínter esofágico inferior. El tratamiento inicial comprende medidas higiénico-dietéticas que son: tener comidas ligeras, no comer antes de acostarse, evitar comidas grasosas y las gaseosas, levantar unos centímetros la almohada, evitar tomar café y alcohol. Los antiácidos (Sucralfato, Almagato, Hidróxidos de Magnesio y Aluminio) suelen ser la primera alternativa, aunque no se aconseja su empleo de forma prolongada ni en los meses iniciales. Los anti H2 (Ranitidina) también se pueden emplear y se prefieren por encima de los inhibidores de bomba de protones (Omeprazol, Lanzoprazol). Si los síntomas persisten a pesar de algún manejo o el dolor en la boca del estómago es muy fuerte, consulte a su médico.