Los problemas del aprendizaje debe ser estudiados de forma integral, saber si solo afecta el área de lectoescritura o si afecta su aprendizaje en todos los aspectos (social, motor y razonamiento).
El abordaje de un niño con problemas de rendimiento escolar debe empezar por descartar causas anatómicas como alteración de la visión o audición; así como una valoración por fonoaudiología para evaluar todo el aparato fonatorio (que nos permite hablar) ya que si alguno de los aspectos del lenguaje está alterado, puede presentar problemas de escritura.