Esta situación puede tener su origen en distintas causas. Las razones más comunes por las que sucede son:
-Bloqueo psicológico (religioso, falta de tracción, traumas de la infancia, miedo a ETS, etc).
-Condicionamiento provocado por un hábito de masturbación excesiva.
-Trastornos psiquiátricos.
-Lesión de los conductos deferentes.
-Efecto adverso de medicamentos.
-Deficiencia de testosterona.
-Infecciones genitourinarias.
-Lesiones del sistema nervioso.
-Consumo de alcohol y drogas.
Desde un inicio la base del manejo es una adecuada comunicación de pareja y evitar los conflictos en la relación. El uso de preservativos ultrasensibles y técnicas sexuales distintas puede también ayudar. Será necesario que sea valorado por un médico en valoración presencial para descartar causas orgánicas para luego ir por el manejo psicológico.
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