Esto puede ocurrir por inmadurez del eje que se encarga de la regulación de su ciclo menstrual y su periodicidad, puede estar facilitado también por alteraciones metabólicas como el sobrepeso, obesidad, enfermedad tiroidea, ovarios poliquísticos, entre otras.
El uso de los anticonceptivos orales permite marcar un ritmo para facilitar esta regulación, que en ocasiones deberá ser mantenido por largos períodos para lograr la adecuación de dicho eje. No se relaciona necesariamente con el inicio de la vida sexual.
Otras medidas para tener en cuenta incluyen: mantener una alimentación balanceada, realizar actividad física regular, evitar el sobrepeso y acudir a seguimiento médico en caso de existir otros síntomas.
Por sí sola la irregularidad menstrual no debe ser motivo de preocupación, pero si existen períodos de sangrado abundante o que no se detiene, es importante dar un manejo para evitar complicaciones.