Las causas principales son la producción de anticuerpos antitiroideos o enfermedades autoinmunes. Las manifestaciones clínicas son muy características: el paciente debuta con una tiroides aumentada de tamaño y no dolorosa, ocasionalmente asociada a fiebre. Pueden existir síntomas de hiper o hipotiroidismo. Con frecuencia el paciente ha presentado previamente un cuadro gripal con malestar general o clínica de infección de las vías respiratorias.