Estos síntomas en la piel pueden estar relacionados con distintas condiciones. Dentro de las causas más frecuentes puede encontrarse alteraciones de tipo alérgica como la dermatitis atópica, sin embargo también puede ser causada por dermatitis seborreica, irritación por contacto con sustancias (metales, perfume, jabones), así como procesos infecciosos (hongos, escabiosis, etc).
Es recomendable que mantenga la piel hidratada, evite usar jabones o cremas perfumadas, realice baños cortos con agua tibia y si el rascado es intenso, podría ayudarse con el uso de algunos antihistamínicos (preferiblemente en las noches, ya que pueden generar sueño).
Si los síntomas persisten, lo mejor es acudir a control médico para evaluar presencialmente las lesiones y determinar si existen otras causas susceptibles de tratamiento. Evite aplicar medicamentos en la piel, ya que podrían agravar los síntomas y dificultar el diagnóstico.