Las personas que frecuentemente no desayunan tienden a aumentar su peso de manera más rápida que las que si lo hacen, además se aumenta el riesgo de sufrir trastornos metabólicos (como diabetes e hipoglicemias) al no proporcionarle a su cuerpo la energía necesaria después de un ayuno prolongado (toda la noche). El desayuno siempre se ha considera la comida principal y más importante ya que permite obtener la energía necesaria para la actividad física a realizar durante el día. Las personas que no desayunan suelen comer más en el almuerzo y en la cena por lo cual están más propensas a sufrir de sobrepeso y obesidad. Como puede notarlo entonces, no desayunar puede tener efectos deletéreos en la salud de la persona sobre todo a largo plazo.
La dieta ideal es la que se divide en desayuno, almuerzo y cena, pudiendo añadir dos meriendas entre comidas. El desayuno debe contener carbohidratos que son los primeros que nos brindan energía. Se deben consumir además 5 porciones entre frutas y verduras al día. Beber abundante cantidad de agua.
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