Las molestias en el seno pueden tener distintas causas, desde hallazgos normales secundarios a los cambios hormonales del ciclo menstrual, lesiones propias del seno y otras condiciones que afecten la piel cercana como infecciones o algunos tipos de dermatitis.
En principio no aparenta mayor peligro, por lo que no debería ser motivo de preocupación.
Si los síntomas son persistentes, recurrentes en el mismo sitio o agravan; no dude en acudir a control médico.
Recuerde la realización periódica del autoexamen de seno y la mamografía.