El enrojecimiento facial suele relacionarse con una vasodilatación de los vasos sanguíneos en el rostro, esto puede suceder por distintas situaciones de forma no específica y usualmente no relacionado con peligro.
Entre algunas de las causas que se pueden encontrar son: nerviosismo, consumo de alcohol, alergias, cambios de temperatura, estrés, alteraciones vasculares, algunas enfermedades inmunológicas. Puede incluso hacer parte de un síndrome denominado rubor facial patológico.
Puede estar tranquilo, no suele representar mayor peligro y suele ser más fácil de percibir en personas de piel clara y desaparecer en breve tiempo (unos minutos). Si este síntoma aparece con frecuencia y sin una causa clara, sería aconsejable que acuda a control médico para complementar la valoración.