Los orzuelos obedecen a obstrucciones de glándulas pequeñas que se encuentran en los párpados del ojo. En algunas ocasiones dichas obstrucciones se destapan y el orzuelo desaparece sin hacer mayor cosa, en otras la obstrucción se mantiene y adicionalmente a eso se infecta causando irritación, dolor y molestias. En ese caso se requiere usar colirios o ungüentos antibióticos para eliminarlos. En raras ocasiones se pueden volver quistes y toca operarlos para drenar y sanar. En su caso lo mejor es evaluarlo presencialmente y ver si algún factor está causando la cronicidad de sus orzuelos para controlarlos.