El flujo blanquecino puede corresponder a la secreción propia de la vagina, siendo lo más probable, o en otros casos a restos de secreción seminal (semen o líquido preseminal) principalmente después de la actividad sexual. Esto no es indicativo de ninguna situación particular ni de peligro o embarazo.
Si la secreción se torna abundante o cambia de color y se acompaña de síntomas como comezón, irritación o mal olor, puede encontrarse ante una infección vaginal.
El riesgo de embarazo no es elevado si hay un uso mantenido y apropiado de los anticonceptivos orales, por lo que no debería ser motivo de mayor preocupación.
No olvide el uso complementario del condón que adicionalmente previene enfermedades de transmisión sexual.