Primero es importante conocer si el lunar es de nacimiento o apareció después. Los primeros tienden a ser más grandes, a crecer más, y es bueno que sean valorados por un médico. Los segundos son los más comunes y tienden a no complicarse.
Lo que debe llamarnos la atención es:
-si tienen cambios significativos en el tamaño.
-si el color no es uniforme (tiene varias tonalidades de negro o marrón dentro de un mismo lunar).
-si la forma es irregular o no es fácil definir cuales son sus bordes
- si dan síntomas. Es decir si descaman, sangran, arden o pican.
De lo contrario no debe preocuparse. Y continuar con un buen cuidado de la piel: manteniendo una buena hidratación y evitando la exposición al sol sin previo uso de bloqueador.