Las estrías son cicatrices lineales que se forman en la piel por la ruptura de fibras de colágeno y elastina, las mujeres son las más afectadas y sus localizaciones más frecuentes son: región mamaria, alrededor del ombligo, en la parte baja de la espalda o en la parte interna o superior de los muslos, glúteos, cadera, entre otros.
La coloración rojiza es característica de la fase inicial, mientras que las blancas corresponden a estrías antiguas. Se pueden desencadenar en la pubertad o el embarazo, también si presentas cambios acelerados en el peso, tanto en aumento como en disminución, el ejercicio excesivo o algunas enfermedades como el síndrome de Cushing y medicamentos como los corticoesteroides.
Su tratamiento se basa fundamentalmente en la prevención de las mismas, ya que los tratamiento dermocosméticos son poco eficaces para su eliminación, se deben usar cremas que contengan, por ejemplo, asiaticósidos, extracto de timo y aceites vegetales, pero no sólo su composición es importante, también el modo de aplicarlo y que sean productos que tengan la propiedad de absorción retardada. Sin embargo, si ya aparecieron, la fase inicial es en la que mejor se ven resultados estéticos y se basa en el uso de productos que estimulen la formación de glicosaminoglicanos de las fibras de colágeno y elastina, para la fase tardía hay tratamientos más avanzados como terapia láser.
Recuerda que el mejor tratamiento lo indicara tu médico de cabecera y será guiado de acuerdo a la severidad de las lesiones.