Toda infección tiene riesgo potencial de muerte ya que en caso de generalizarse y comprometer órganos vitales generaría una circunstancia delicada y potencialmente fatal. Es por esto que toda infección bacteriana se suele manejar con terapia antibiótica.
Si consideras que puedes estar infectado (fiebre, dolor, enrojecimiento y pus) deberás consultar con tu médico de cabecera para que inicie tratamiento si así lo considera.