Lo ideal es acudir inmediatamente al servicio de urgencias cuando se produce una mordedura por un gato o perro.
Esto con el fin de reportar el evento y determinar si es necesario o no aplicar la vacuna antirrábica.
Si se conoce la procedencia del gato, está vacunado y no ha presentado cambios en su comportamiento, come adecuadamente y toma agua, no es necesaria la vacuna.
Se debe explicar a los niños como se debe cuidar a los gatos, evitar movimientos bruscos que los asistentes y nunca jugar con las manos para que no muerdan a sus cuidadores.
Si observa aumento de la inflamación de la herida, calor, enrojecimiento o saluda de pus consulte por urgencias.