Tu médico debe evaluar si el beneficio de este procedimiento es mayor que el riesgo para considerar su realización. Se considera que el segundo trimestre de embarazo es el momento ideal para realizar este tipo de procedimientos odontológicos ya que es cuando menos riesgo corre la mujer y el feto de complicaciones asociadas. Sin embargo, mientras sea posible se sugiere diferir hasta luego de superado el parto y puerperio cualquier procedimiento que no corresponda a una urgencia odontológica así como mantener una muy adecuada higiene oral.
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