Si bien pueden coexistir ambos trastornos tienen criterios diagnósticos muy diferentes. El trastorno afectivo bipolar ejemplo requiere que hayan ambos: tanto un episodio depresivo mayor como al menos un episodio de hipomania; mientras que el trastorno de ansiedad generalizada pertenece a otra clasificación y no incluye ninguno de los dos tratornos anteriores sino otros criterios como el desencadenamiento de una respuesta de alerta a estímulos pequeños, etc.