El acné se presenta por influjo hormonal. A partir de la adolescencia, tanto en hombres como en mujeres, comienzan a secretarse por parte de las glándulas correspondientes las hormonas sexuales (en este caso testosterona) las cuales tienen efectos directos sobre la piel a nivel de glándulas sebáceas, aumentando su producción. Además juega papel importante la herencia y los efectos secundarios de algunos medicamentos como los esteroides.