Es posible que esta molestia se relacione con la obstrucción de un poro de la piel, por ejemplo un vello facial enterrado o la presencia de una lesión por acné (granito). Otras causas pueden incluir: picaduras por insectos o traumas.
Es posible que no pase a mayores y se mantenga como una molestia localizada, si observa inflamación puede aplicar frío, si existe una posible abertura puede aplicar calor para favorecer el drenaje. Evite manipular la piel o presionar el área afectada.
En caso de que la inflamación incremente o se expanda al resto del rostro, se acompañe de fiebre o enrojecimiento importante; deberá acudir a evaluación prioritaria o de urgencias.