Lo más recomendable es que acuda a consulta nuevamente con un médico general, para que se vuelva a realizar una historia clínica y examen físico completo y detallado, para que le puedan ser realizados los exámenes necesarios para descartar demás alteraciones a nivel de la cavidad abdominal.
Es posible que si la causa del dolor no se ubica como tal en alguna alteración a este nivel, el dolor provenga de otro sitio en el cuerpo y sea un dolor irradiado o referido. Es posible que el dolor sea ocasionado por ejemplo en los riñones, por una alteración parenquimatosa o cálculos renales. El dolor también puede deberse a una alteración en la conducción de los nervios que proporcionan la sensibilidad del área afectada. Otra posibilidad es la presencia de malformaciones arterio-venosas en la cavidad abdominal.
Para poder confirmar o descartar un diagnóstico, es necesaria la exploración física completa y la realización de pruebas y exámenes como ecografías u otros métodos imagenológicos.
Es recomendable que si el dolor es muy intenso y no cede con medicamentos, acuda a urgencias.