Llevar una alimentación saludable evitando el consumo de alcohol, el cigarrillo, comiendo de forma frecuente (se recomiendan 6 comidas pequeñas al día), evitando el uso excesivo de medicamentos tipo aspirina o AINES si no son necesarios, evitando saltarse comidas y los ayunos prolongados. Cuando ya esté establecida la enfermedad, además de estas medidas generales, es necesario hacer un uso correcto de la medicación recetada (pueden ser de diferentes grupos químicos y farmacológicos como el Hidróxido de Aluminio y Magnesio, el Omeprazol, la Ranitidina y el Sucralfate).