Las causas pueden ser variadas, desde físicas hasta psicológicas. En primer lugar descartar problemas de pareja, problemas de estrés o ansiedad.
Es recomendable realizar ejercicios de respiración y relajación, mantener adecuada nutrición, ejercicio rutinario, adecuado descanso, evitar situaciones de estrés y adecuado reposo. Debes consultar a tu médico personalmente.