Más allá del malestar que pueda percibir por el riesgo de hipoglicemias o desmayos, así como dolor abdominal por irritación estomacal y eventual desarrollo de gastritis, no ocurrirá mayor inconveniente.
El consumo excesivo e incontrolado de agua podría facilitar el desarrollo de una alteración del sodio en sangre (hiponatremia dilucional). Y los episodios de hipoglicemia pueden a largo plazo facilitar la muerte de neuronas.
En una niña de 10 años, que se encuentra creciendo, no se aconseja este tipo de conductas, que podrían impactar incluso en su crecimiento y desarrollo.