La percepción febril o el aumento de la temperatura corporal mayor a 38.3 grados centigrados, luego de un procedimiento quirúrgico, es un síntoma de alarma que requiere valoración de inmediato, ya que lo primero que se debe descartar es un proceso infeccioso. Le sugiero que consulte a urgencias y comente a su médico tratante si ha tenido herida abierta, calor y coloración roja en el sitio de la herida , tos, congestión nasal, dolor abdominal, deposiciones líquidas, dolor al orinar con orina de mal olor, pérdida de peso y sensación de masa abdominal. Evite la automediación y mantenga el sitio de la cirugía en vigilancia.