Es posible que haya presentado una fractura de alguno de los huesos que componen la órbita, y esto haya ocasionado que su ojo se haya "hundido" en su rostro respecto al ojo no afectado, generando un enoftalmos. Dependiendo de la causa del hundimiento de este ojo puede haber solución quirúrgica. Es importante que si actualmente está presentando dolor en este ojo, acuda a consulta médica, y si el dolor es insoportable, acuda directamente a urgencias.
Si llega a presentar alguna alteración repentina en la visión del ojo afectado, como luces parpadeantes, visión borrosa, manchas en el campo visual, dolor a la apertura ocular o sensibilidad a la luz, es recomendable que también busque atención médica inmediata, pues podría presentar una alteración que comprometa su visión de forma permanente si no se soluciona.