Hay un sinnúmero de causas: desde congénitas a secuelas de procesos inflamatorios o infecciosos de las meninges que activan estos centros. En general si estas no se controlan de manera adecuada se harán más frecuentes, más intensas y de un manejo mas difíci. En el peor de los casos pueden comprometer la circulación y la oxigenación a nivel cerebral, lo que puede llevar a la persona incluso a la muerte.